Farmacia Tenerife

Rutina facial perfecta

¿Existe la rutina facial perfecta?

El estrés, el cansancio, la contaminación, largas horas de trabajo… son factores que nos impiden tener una piel perfecta. La solución para evitar que se deteriore nuestra piel y lucir una piel radiante, sana y bonita consiste en mantener una rutina facial diaria y constante.

En el mercado podemos encontrar una gran variedad de cosméticos indicados para el cuidado de la piel. Si a ello le sumamos toda la información que nos llega por los medios de comunicación, redes sociales, amigos, publicidad, etcétera, surgen muchas preguntas, como por ejemplo: ¿Cuál es el cosmético adecuado para mi?, ¿en qué orden me los aplico?, ¿la ampolla va primero o es el serum?, ¿Que principios activos son los adecuados, retinol, niacinamida, glicólico?

Por todo ello, te recomendamos que sigas el consejo dermatológico de los especialistas o que te pongas en contacto con nosotras para aconsejarte en el uso correcto de los productos o para realizar un análisis de tu piel y que te asesoremos sobre la rutina facial más adecuada.

Las rutinas faciales personalizadas tienen como objetivo mejorar y mantener el estado óptimo de la piel, y además son fundamentales en el control y cuidado de patologías como la rosácea, el acné, la dermatitis atópica, entre otras.

Se puede implementar una rutina facial diaria tanto de día como de noche siguiendo unos determinados pasos y aplicando los productos que mejor se adapten a tus necesidades y tipo de piel  en el orden correcto.

A continuación te contamos cuáles son los pasos a seguir para que tu rutina facial sea correcta.

Limpieza

La limpieza es esencial para conseguir una piel libre de impurezas. Con este paso eliminarás los restos de suciedad, contaminación, maquillaje y sudor de la piel.

Para este paso puedes emplear un limpiador en gel, espuma, agua micelar o aceite, o combinar varios.

En la doble limpieza o limpieza profunda te aconsejamos que sigas dos pasos:

  1. Un producto de limpieza con base oleosa, como un aceite desmaquillante o un oleogel. Por ejemplo, el Aceite Limpiador de GH.

Como segundo paso un limpiador complementario. Normalmente será un limpiador al agua adaptado a tu tipo de piel. Este limpiador será el que utilices en la limpieza simple matinal. Por ejemplo, la Solución Micelar de Filorga.

 

 

Tonificar

Los tónicos son productos acuosos que se usan después de la limpieza facial y se aplican antes de las cremas para el rostro. Su función es hidratar, reestablecer el pH de la piel, cerrar los poros, y equilibrar y preparar la piel para los tratamientos que se apliquen a posteriori.

Son interesantes como complemento de pieles grasas o con imperfecciones, en el caso de los tónicos exfoliantes (contienen exfoliantes químicos). O bien, como complemento de la hidratación, ya que actúan como selladores, para que ésta dure más tiempo. Por ejemplo, el Tónico de la Roche Posay.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Exfoliar la piel

El proceso de exfoliación de la piel consiste en limpiarla en profundidad para eliminar las células muertas, el exceso de sebo y las impurezas.

Basta con hacerlo una o dos veces por semana, en función de tu tipo de piel.

Las cremas exfoliantes ayudan a retirar las células muertas y  esto permitirá también que no se congestionen los poros. Disfrutarás de una piel más sana, suave y brillante. Por ejemplo, Sensilis Resurfacing Black Peel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Contorno De ojos

Es recomendable usar contorno de ojos todos los días, siempre después de haber limpiado la cara.

Es una zona muy delicada y frágil, ya que la piel alrededor de los ojos es la más fina y sensible de todo el rostro, por eso necesita un producto especialmente formulado para esta zona, como K-Ox Eyes de Isdinceutics o el Contorno de ojos de alta eficacia 360º Arturo Alba para ojeras de todo tipo, bolsas, flacidez y deshidratación.

 

Serums y ampollas

Los Sérum contienen un alto concentrado de ingredientes activos que penetran en la piel para potenciar los efectos de los tratamientos posteriores y complementarios.

Tienen normalmente una textura muy ligera que se absorbe de forma fácil, además de no dejar sensación grasa ni pegajosa en la piel.

Estos son algunos tipos comunes de sérums:

  • Sérums Hidratantes: Los sérums hidratantes están diseñados para humectar la piel y mejorar su textura. Por ejemplo, Hydrance Boost de Avene.
  • Sérums antioxidantes: Los sérums antioxidantes están diseñados para proteger la piel del daño causado por los radicales libres, que pueden provocar un envejecimiento prematuro. Por lo general, contienen ingredientes como vitamina C o E, extracto de té verde o resveratrol. Por ejemplo, Antiox-Vis de GH o las Ampollas Proteos Hydra de Martiderm.
  • Sérums antienvejecimiento: los sérums antienvejecimiento están diseñados para ayudar a reducir la apariencia de líneas de expresión, arrugas y otros signos de envejecimiento. Por ejemplo, Origin Pro EGF-5 de Sensilis.

 

Hidratación

Los hidratantes suelen ser los productos con textura algo más densa que el sérum, porque están diseñados para absorberse más lentamente. Esto ayuda a sellar la hidratación y proteger tu piel. Hidratar el rostro es el paso imprescindible en toda rutina de cuidado de la piel.

Necesitamos humedad para mantener la elasticidad y el efecto barrera (impedir que la piel pierda agua y se deshidrate). Por ejemplo, Función Barrera Crema Gel de GH o Función Barrera Piel Seca de GH.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Protección Solar

El protector solar, por lo general, debe de ser el último paso de la rutina facial matutina. La protección es indispensable y necesaria si queremos cuidar nuestra piel y no tener problemas como envejecimiento prematuro o incluso otro más graves como pueden ser el cáncer de piel.

Es importante elegir un protector solar con un nivel de SPF apropiado para nuestro tipo de piel y nivel de actividad, y volver a aplicarlo regularmente durante el día, especialmente si pasa tiempo al aire libre.

Por ejemplo, Isdin Fusion Water.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Transformación (renovación)

La transformación es el siguiente escalón, dónde se sitúan los ingredientes que estimulan la renovación celular, fundamental para un estado óptimo de la piel.

Aquí están los retinoides, donde encontramos productos de prescripción médica, de indicación farmacéutica y los ingredientes cosméticos, que se utilizarán según sea el caso.

Por otro lado estarán los AHA, que mejoran la textura de la piel, entre otras funciones.

Por último están los despigmentantes, cuya función es mejorar el aspecto de las manchas.

Todos ellos son de aplicación preferente por la noche y siempre haciendo uso de fotoprotector por la mañana.

Por todo ello, si quieres establecer la rutina perfecta para ti, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, te ofrecemos asesoramiento personalizado así como una recomendación con el dermoanalizador.

Cristina Brenes

Cristina Brenes

Graduada en Farmacia. Equipo de Sección de Dermocosmética Supervisado por Basilio Valladares.

Deja una respuesta

Los comentarios son revisados antes de publicarse. Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *