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Alergias primaverales

Alergias primaverales

¿Qué son y cómo se presentan las alergias primaverales?

Las alergias primaverales suponen una causa de molestia que trae consigo la aparición de síntomas indeseados como estornudos, mucosidad, erupciones en la piel, lagrimeos y tos. Aparecen cuando nuestro sistema inmunitario considera ciertas proteínas, denominadas alérgenos, como extrañas, produciéndose una respuesta inmunológica inapropiada o desproporcionada. 

Hay que tener en cuenta que desarrollar una alergia y experimentar la misma ocurre en dos fases bien diferenciadas.

Lo primero que ocurre cuando el cuerpo reconoce al que denominamos alérgeno (tales como el polen, esporas, picaduras de insectos, etc.) es crear anticuerpos que se adhieren a células específicas de nuestro organismo. Este proceso se denomina sensibilización, y nos prepara en caso de que volvamos a ponernos en contacto con él.

Si volvemos a ponernos en contacto con el alérgeno, se produce la liberación de una sustancia en nuestro cuerpo llamada histamina (entre otras sustancias), responsable de los síntomas nombrados al inicio, pudiendo producirse además prurito, hormigueo o irritación que inducen el deseo de rascarse en el área afectada.

Todos estos síntomas variarán en función del tipo de alergia y de la persona.

La alergia más común

Las alergias más comunes en primavera coinciden con la alergia al polen. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en 2021 había ocho millones de personas alérgicas a pólenes en España, siendo en Canarias la artemisia y las gramíneas los pólenes más frecuentes.

El 50% de los pacientes con alergia respiratoria son sensibles a los ácaros presentes en el interior de nuestras casas, presentando síntomas durante todo el año pero acentuándose en época de primavera, cuando las condiciones de temperatura y humedad favorecen su desarrollo.

¿Cómo nos afecta la rinitis alérgica?

Con la rinitis alérgica sufrimos una inflamación crónica de las capas internas de nuestra nariz, causada por la reacción a las sustancias externas que inhalamos, como son el polen o las esporas de los hongos.

Comúnmente la rinitis viene acompañada de conjuntivitis, a lo que denominamos rinoconjuntivitis.

La rinitis alérgica puede afectar a una de cada cinco personas.

La alergia primaveral tradicionalmente hacía referencia al polen de forma exclusiva, en cambio cada vez es mayor la proporción de personas afectadas por un hongo que también se encuentra en las plantas, llamado Alternaria. La mayoría de personas que son alérgicas a este hongo también lo son al polen.

Formas de la rinitis alérgica

La rinitis alérgica se puede presentar de diferentes formas:

  • Rinitis alérgica estacional, alergia primaveral o fiebre del heno: se caracteriza por una respuesta alérgica al polen de los árboles, hierbas y plantas. Normalmente surge durante los meses de primavera y verano, aunque debemos tener en cuenta que las esporas de los hongos también pueden desencadenar esta reacción y están presentes en otras estaciones del año.
  • Rinitis alérgica crónica o perenne: afecta aproximadamente a la mitad de personas que padecen alergia estacional. Estos pacientes sufren los síntomas típicos de la rinitis alérgica durante todo el año. Sus reacciones pueden ser desencadenadas por ácaros, animales de compañía, ciertos alimentos, medicamentos o productos químicos.

Síntomas de la rinitis

Se pueden presentar todos los síntomas o sólo alguno de ellos. Su intensidad varía, en algunas ocasiones pueden ser muy severos y molestos, y en otras ocasiones casi imperceptibles.

Estos síntomas no son exclusivos de la rinitis alérgica. Pueden aparecer en cualquier tipo de rinitis o en períodos aislados de resfriados o catarros comunes.

Si quieres saber más sobre este tema, consulta nuestro artículo sobre cómo distinguir una alergia de un resfriado.

  • Tos: su frecuencia e intensidad puede variar. En ocasiones es irregular y parece una tos nerviosa. También puede ser intensa, irritativa y en ataques, sobre todo por las noches, lo que nos causa grandes molestias.
  • Taponamiento Nasal: suele deberse a la mucosidad o incluso a la inflamación crónica que haya en nuestra nariz, aunque no se presenten mocos.
  • Síntomas oculares: los más frecuentes son la conjuntivitis alérgica, la fotofobia, picores o la sensación de arenilla en el ojo.
  • Sangrado nasal sin motivo aparente: es un síntoma bastante frecuente.

Estos síntomas se consideran persistentes cuando los padecemos más de cuatro días a la semana y más de cuatro semanas en un mismo año, mientras que son intermitentes cuando los padecemos con una frecuencia menor, tanto en la semana como en el año.

Tratamiento farmacológico o de primera línea

Este tipo de tratamiento se emplea para aliviar o neutralizar los síntomas más característicos, tanto en los cuadros leves como moderados de la alergia, en cambio no hacen desaparecer la causa de la enfermedad.

Antihistamínicos

Los antihistamínicos suelen ser el tratamiento de elección para la mayoría de personas que padecemos alergia. Se trata de medicamentos que bloquean la liberación de histamina en nuestra sangre, mejorando la sintomatología inducida por la misma, como es la congestión y secreción nasal, picor en los ojos, estornudos, urticaria y/o picazón.

Generalmente se administran por vía oral, aunque también existen colirios o spray nasales que contienen como principio activo un antihistamínico.

Corticoides

Los corticoides se encargan de suprimir la respuesta alérgica, reduciendo la inflamación y el edema.

Descongestivos

Los descongestivos alivian nuestra congestión nasal. Lo podemos encontrar principalmente en forma oral o spray nasal.

Es importante tener en cuenta que si utilizamos sprays nasales a base de principios activos descongestivos, debe ser durante un periodo corto de tiempo (generalmente no más de cinco días), así reducimos el riesgo de sufrir una congestión de rebote.

Esto sucede cuando nos volvemos resistentes a sus efectos, forzándonos a utilizarlas en mayor cantidad y de forma más repetida.

Medidas higiénico-sanitarias que nos beneficiarán

Evitar o disminuir el contacto con el alérgeno hará que nuestros síntomas disminuyan, reduciendo así la necesidad de medicación.

Para amortiguar este impacto tenemos que conocer qué tipo de polen nos genera la alergia, esta información nos la puede facilitar un laboratorio de análisis clínicos con una prueba de IgE frente a múltiples alérgenos ambientales que realizan.

Además, es importante saber la época en la que nuestro alérgeno alcanza sus valores más significativos en la atmósfera.

Con esa información ya podemos tomar las medidas necesarias para evitar el contacto con nuestro alérgeno los días de máxima concentración:

  • En esos días o cuando haga viento evitar la actividad física en el exterior.
  • Ventilar la casa a primera hora de la mañana y a última de la tarde, cuando el recuento polínico es más bajo.
  • Durante los días secos y calurosos es cuando mayor concentración de pólenes en el aire hay, así como antes y después de llover. En esos días evitemos las actividades al aire libre.
  • Para que nuestra actividad al aire libre sea menos problemática con nuestra alergia, es mejor realizarla después de las 10 de la mañana, cuando ya el polen ha sido emitido. Y disminuir nuestra actividad entre las 19 y 22 horas, periodo en el que el polen desciende de la atmósfera.
  • En el coche, mantener las ventanillas cerradas nos beneficiará. También podemos utilizar filtros para pólenes en caso contrario.
  • Procurar no secar la ropa en el exterior durante los días de recuento de polen altos.
  • Si salimos a la calle utilizar gafas de sol, tanto los días de viento como los soleados, nos protegerá del alérgeno.

Desde Farmacia Finca España te ofrecemos toda la información de las alergias: qué son, cómo reconocerlas, de qué manera prevenirlas y cómo tratarlas de forma más adecuada.

Nuestro equipo puede recomendarte el tratamiento disponible en función de tus necesidades, siempre acompañado del mejor consejo farmacéutico, aportándote recomendaciones y medidas preventivas que permitirán disminuir el impacto de tu alergia, mejorando así tu calidad de vida.

 

Recursos de interés:

Jonay Siverio de Armas

Jonay Siverio de Armas

Graduado en Farmacia. Supervisado por Basilio Valladares.