El frío también reseca tu piel, ¿lo sabías? Por El Equipo de Farmacia Finca España, 6 febrero, 2013 Con nuestro clima isleño pocas veces nos damos cuenta de los efectos del frío. En comparación a la península y otros países de la UE tenemos la fortuna de no sentir temperaturas tan duras en invierno; eso sí, los efectos están presentes. Las zonas del cuerpo que más sufren son las expuestas al aire y la luz, la cara, cuello, brazos y parte baja de las piernas. Como efecto de la piel reseca, la notarás ligeramente escamada o resquebrajada, algo tirante e incluso con picor ocasional. ¿Por qué se reseca la piel? Las condiciones propias del invierno, el frío, el viento y la humedad, provocan deshidratación cutánea por la vasoconstricción de los capilares que hace que la renovación de las células sea más lenta.Así la capa de células muertas aumenta y no deja que la piel se lubrique por medio de sus secreciones sebáceas. La piel queda más seca y sensible. ¿Cómo sé que tipo de piel tengo? Cuidados de temporada Tomar agua, siempre. Es cierto que apetece tomar chocolates e infusiones, te aconsejamos que tomes agua fresca o del tiempo con frecuencia. Comer alimentos que contengan vitamina A y E. Del primer grupo te ponemos ricos ejemplos, zanahoria, mango, papaya, naranjas o calabaza, y con la vitamina E aceitunas, aceite de oliva extra virgen, aceite de sésamo, nueces, cacahuetes, sésamo, aguacate. Usa jabones y cremas específicos para tu piel. Hay muchos productos de dermostética profesional que puedes usar a un precio asequible con estupendos resultados. Si eres de los que prefieren productos naturales existe una amplia gama jabones artesanales que nutren y relajan la piel. Recuerda que en cualquiera de las dos opciones buscar asesoramiento especializado y de confianza. Usa Protector Solar. Aquí en Canarias solemos ir a la playa en invierno, recuerda que aunque no haya sol debes usar protector de rayos UV según la sensibilidad de tu piel. Recomendación final Además de los hábitos, soluciones preventivas que te proponemos siempre aconsejamos no extremar nunca tu exposición directa al sol. Eso sí, te aconsejamos que disfrutes de los ricos rayos de sol, que es el mejor medicamento que tenemos y además gratis, que siempre nos deja con con una sonrisa en la cara y como dicen los abuelos “con calorcito en los huesos”.